Como inaudita calificó el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, la situación de hacinamiento que se vive en las Unidades de Reacción Inmediata (URI), de Bogotá, fenómeno que se replica en todo el país.

El funcionario visitó estos centros de detención transitoria en las localidades de Puente Aranda, Engativá, y la Estación de Policía de Kennedy, en la capital, y encontró casos en que la población carcelaria supera el 1000 por ciento de su capacidad.

Ante esta situación Camargo urgió a la Alcaldía Distrital, en cabeza de Claudia López Hernández, tomar medidas urgentes para solucionar este grave problema.

Estos centros transitorios tienen capacidad solo para 30 personas, pero se encontraron con hasta 780 detenidos.

Según la Defensoría esta situación también se registra en el resto del país, y tras un análisis a los 10 centros transitorios con mayor hacinamiento, se encontraron niveles que alcanzan hasta 3.220%.

Camargo Assis concluyó que al constatar este panorama, es evidente que no se dan las condiciones mínimas en las que pueda habitar una persona, y se observan fallas en la prestación de los servicios de salud y alimentación.